La Habana, Cuba — La crisis energética en Cuba sigue sin alivio, y este lunes la Unión Eléctrica (UNE) prevé un déficit de 1 300 megavatios (MW) durante el horario de mayor demanda, lo que se traducirá en extensos apagonesa lo largo del país. De acuerdo con el pronóstico oficial, la disponibilidad energética en el horario pico alcanzará los 2 020 MW, mientras que la demanda máxima ascenderá a 3 250 MW, generando un déficit significativo en la capacidad de generación. Desde tempranas horas de la mañana, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) ya operaba con un equilibrio inestable. A las 7:00 a.m., la disponibilidad reportada fue de 1 900 MW, apenas suficiente para cubrir la demanda de 1 850 MW en ese momento. No obstante, al mediodía se esperaba una afectación de 550 MW, lo que anticipaba la severidad del panorama para la noche. Infraestructura en crisis y falta de combustible El informe de la UNE detalla que el país enfrenta serias limitaciones en su parque termoeléctrico, con varias unidades fuera de servicio por averías o mantenimiento. Actualmente, están paralizadas: Unidad 2 de la CTE Felton (por avería). Unidades 2 y 3 de la CTE Santa Cruz, 3 y 4 de la CTE Cienfuegos, y 5 de la CTE Renté (todas en mantenimiento). A estos problemas se suma la falta de combustible, que ha afectado a 35 centrales de generación distribuida, con una pérdida de 169 MW, además de la indisponibilidad de la central fuel de Mariel (120 MW) y la patana de Melones (167 MW), lo que representa una afectación total de 456 MW adicionales. En un intento por mitigar la crisis, la UNE estima la incorporación de siete motores en la central fuel de Mariel, lo que añadiría 120 MW al sistema en la noche. Sin embargo, este esfuerzo resulta insuficiente frente al desbalance estructural que enfrenta el SEN. Apagones prolongados y una demanda superior a lo previsto El impacto de la crisis se hizo evidente el miércoles, cuando los cortes eléctricos comenzaron desde las 5:53 a.m. y se extendieron hasta las 9:18 p.m., con un máximo de 1 377 MW de afectación a las 6:30 p.m., momento en el que el consumo alcanzó su punto más alto. Esta cifra superó los cálculos iniciales de la UNE debido a un aumento inesperado en la demanda. La situación energética en Cuba continúa siendo un reto sin solución a corto plazo. Con una infraestructura deteriorada, escasez de combustible y constantes averías en las principales plantas generadoras, la incertidumbre sobre el suministro eléctrico se mantiene como una preocupación latente para la población y la economía del país.