Este día marca el nacimiento en Guantánamo de Mario Limonta, una de las figuras más destacadas de la actuación en Cuba. Con una carrera que abarcó el cine, la radio, el teatro y la televisión, Limonta dejó una impronta imborrable en la cultura nacional con interpretaciones memorables en clásicos como San Nicolás del Peladero y películas icónicas como De cierta manera y Barrio Cuba. Desde sus primeros pasos en los escenarios hasta su consolidación como uno de los actores más reconocidos del país, Mario Limonta supo conquistar a varias generaciones con su versatilidad y su capacidad para encarnar personajes con profundidad y autenticidad. Su trabajo en la radio y la televisión lo convirtió en una voz y un rostro familiar para los cubanos, quienes lo recuerdan no solo por su talento, sino por su carisma y compromiso con el arte. A lo largo de su trayectoria, el actor fue reconocido con importantes distinciones, entre ellas el Premio Nacional de Televisión y el Premio Nacional del Humor, reflejo de su impacto en la industria y de la admiración que despertó entre sus colegas y el público. Su legado sigue vivo en la memoria colectiva y en las producciones que, aún hoy, continúan inspirando a nuevas generaciones de artistas en la isla. Su fallecimiento en La Habana el 18 de enero de 2025 cerró un capítulo significativo en la historia del espectáculo cubano. Sin embargo, su influencia y contribución al arte escénico perduran, recordando que Mario Limonta no solo fue un actor excepcional, sino un símbolo de la identidad y el talento de Cuba.